La diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) se han vuelto intrínsecas y sinónimos de salud organizacional en el mundo actual. La evidencia muestra que las compañías que toman medidas para promover la igualdad no solo marcan la diferencia para su gente y para las comunidades a las que sirven, sino también para su negocio.
Históricamente, la DEI ha ocupado un asiento menos prominente en la mesa corporativa. Hoy en día, la presión interna y externa está impulsando a las compañías a comprometerse y mostrar un progreso constante. La sustentabilidad de las personas y la DEI son una parte clave de la “S” en las iniciativas ambientales, sociales y de gobernanza (environmental, social and governance, ESG), y ahora son apuestas de mesa para cada negocio. Las organizaciones que están acelerando el progreso tratan la DEI en el lugar de trabajo como cualquier otro imperativo comercial central: tener una estrategia, involucrar a las partes interesadas, hacer un seguimiento y compartir el progreso y responsabilizar a los dirigentes de los resultados.
Es más importante que nunca que las empresas comprendan que una estrategia de DEI es más que un elemento diferenciador: es fundamental para el crecimiento y el éxito.
de las organizaciones dicen que mejorar la DEI es una de sus prioridades.
de las organizaciones establecen objetivos para los resultados de DEI.
de las organizaciones han establecido una estrategia plurianual de DEI.
